[…] El galés R. S. Thomas (1913-2000) es un poeta de andadura extraña no por la forma verbal en que se expresa sino por su manera de pensar: es, pues, un raro, pero no al modo en que lo han sido y lo son tantos poetas de la época moderna. Misael Ruiz -que lo traduce- lo sitúa también en sus coordenadas, iluminando su figura a la luz del continuo claroscuro que rige su unamuniano principio de contradicción y la serie de insistentes obsesiones que de ello derivan.

[…] Pastor anglicano enfrentado a la cruel dureza de la vida rural y de un paisaje que no es el idealizado por la tradición romántica, y poeta religioso que no llega a comprender la condición silenciosa y esquiva de su Dios, lo que su poesía tematiza son las situaciones trágicas, por domésticas, del hombre, haciendo un realismo transcendente, en el que la llamada «vía negativa» de la mística del Pseudo Dionisio se mezcla de manera irónica con el optimismo del judío de Tudela Abraham Ibn Ezra, en cuya boca puso Robert Browning aquello de «la vida triunfa allí donde parece que fracasa», generando un mecanismo crítico pero también consolador, que no es fácil distinguir, dado su carácter simultáneo.

Jaime Siles



Misael Ruiz explica la poesía del inglés Clive Wilmer con la misma exactitud con que la traduce. Y no es fácil que una combinación así se dé y que el traductor sea -como aquí- lo que siempre debiera ser: un hermeneuta fiel y un brillante pero respetuoso intérprete.

La poesía de Wilmer (Harrogate, 1945) contiene un amplio abanico de formas y registros que entrañan guiños a una no menos amplia tradición, que incluye, además de la común a toda la lírica en lengua inglesa, alusiones a la Biblia y al Dhammapada budista, así como reescrituras de Séneca y de los místicos, intertextos de Shakespeare, Wallace Stevens y Eliot, autocitas de libros suyos anteriores y una interesante práctica de la ékfrasis plástica y de la reflexión.

[…] no separa lo religioso de lo sensual y que lo acerca a la sensibilidad de los poetas metafísicos del siglo XVII, con los que dialoga y tiene mucho en común, pues «no hay fe ni esperanza que ignore / el olor de la carne». […]

Jaime Siles



La reciente publicación de Antología poética de George Herbert debe celebrarse como sin duda se merece, no sólo por tratarse de la más amplia versión castellana publicada hasta hoy de un poeta central den la tradición europea sino también por el notable esfuerzo de traducción que representa. […] Herbert posee una voz inconfundible, volcada siempre en lo devocional, un tipo de escritura que vuelve inseparables la expresión de la interioridad espiritual y el designio meditativo tan comunes ambos al viejo ideal ascético. 

[…] el trabajo de traducción aquí llevado a cabo muestra cómo el rigor y la sensibilidad nos permiten contar ya con un George Herbert en español lo bastante amplio como para tener una imagen precisa de esa poesía en nuestra lengua.

Andrés Sánchez Robayna



Es posible que Catherine Pozzi asistiera a alguna de las tertulias en el celebérrimo y longevo salón literario lesbófilo de Clifford Barney, debido a su amistad con Colette o Anna de Noailles, pero lo que es incuestionable es que su poesía y su escritura de lo íntimo en cartas y diarios revela su pertenencia a esa corriente subterránea y contestataria, a esa revolución del lenguaje en clave de mujer (Showalter). Su escritura parece no querer escapar a la melancolía como motor creativo, como condición del artista aurático -lo que sucede también a Valéry, según se lee en las cartas que incorpora esta edición-, pero subraya también los obstáculos, dificultades e inconvenientes de la poeta mujer al preferir al «miglior fabbro» que construye, piensa, crea a partir de la tradición clásica, parnasiana, simbolista y la corrige en su «cuarto propio». Destaca la poesía de Pozzi por un hedonismo destructivo de introspección simbolista -la tríada melancolía, erotismo y aniquilamiento preside sus versos y es que, como declara Valéry en otra de sus cartas, «debemos asociar íntimamente la idea de ser a la idea de destrucción». Se caracteriza también su poesía por un gozo o jouissance, un placer en el logos que es, en sí mismo, transgresor.

Misael Ruiz lleva a cabo esta edición bilingüe y exquisita en Animal Sospechoso de las cartas -extractos de 1913 a 1934, fecha de la muerte de Pozzi-, fragmentos de diarios y poemas de Catherine Pozzi.

María José Bruña Bragado



Lala Blay (Barcelona, 1968) es licenciada en Bellas Artes y Filosofía, y doctora en Filosofía por la Universidad de Barcelona (premio Extraordinario de Doctorado 2015). Ha publicado Liebeslied (premio Recull de poesía, 2000), Plec de claror (premio J. M. López-Picó de poesía, 2004) y Abstància (Pont del Petroli, 2016), ahora en edición bilingüe.

Es autora igualmente de los libros de ensayo y traducción de poesía Píndaro desde Hölderlin (2018) –que incluye la traducción de ocho odas de Píndaro– y Nada se ha perdido. Aproximación a Paul Celan (2022), una traducción y comentario de trece poemas de Celan y uno de Hölderlin. Compagina la escritura con la tarea docente y la investigación filosófica. Su poesía, personal y reflexiva a un mismo tiempo, se alimenta en parte de la lectura y la traducción de otros poetas como Celan, Hölderlin y Rilke, a los que llegó a partir de sus primeras lecturas de Vinyoli.



[…] En su juventud, Santayana fue un poeta muy bueno y su primer libro, Sonnets and Other Verses (1894), contiene algunos poemas memorables, incluidos ahora en esta edición de El intelecto no está de moda. Lo primero que llama la atención en Santayana es la ausencia de cualquier forma de fundamentalismo. Acostumbrados a la intransigencia y el sectarismo de la filosofía moderna, compuesta por absurdos bandos irreconciliables, el pensamiento de Santayana empieza por relativizar la seguridad de los sistemas filosóficos con la ironía de quien los conoce todos sin creerse ninguno.

[…] El intelecto no está de moda incluye poemas y una selección de ensayos breves que funciona como introducción ideal al mundo de su autor. La mayoría de las prosas tratan de poesía y poetas, pero hay también reflexiones maravillosas sobre música, filosofía, arte y sobre todo y nada. Como decía Bertrand Russell, leer a Santayana es fascinante aunque uno no sepa de qué diantre está hablando.            

Andreu Jaume